Intranerso
Dícese del universo personal que todos guardamos en el interior de nosotros mismos. Es un rincón de difícil acceso y al que no se suele dejar entrar a cualquiera. No se ha logrado determinar con exactitud si se encuentra en la cabeza o en el corazón.
En este texto, los vicios y las virtudes van a apoblar a los humanos; pero tienen discursiones por saber cual de ellos los poblará. Proponen un juego, que consiste en que la locura cuenta y los demás se esconden de este modo, el último en encontrar será el que poblará a los humanos.
ResponderEliminarSe esconden de esta manera:
·La justicia y la verdad siempre juntas, y se esconden en el agua clara para que se les vea con claridad.
·La ternura y la ensoñación se cogen la mano porque tienen muchos sueños, y se esconden en una nube rosa.
·La pasión se esconde en un volcán porque el magma es el interior de la tierra como el corazón.
·La pereza no se movió.
·La envidia se quedó en medio de todos porque tenia envidia.
·El amor se esondió en unos rosales muy bonitos pero que pinchaban, hacían daño como el amor.
·La ignorancia no sabía ni a que estaban jugando.
Poco a poco fueron apareciendo todos, cada uno de una manera: la justicia intentó ayudar a la verdad, no encontraban a el amor y finalmente lo encontró herido y le fue sacando poco a poco todas las espinas.
Narra las discusiones entre las virtudes y los vicios.
ResponderEliminarNo se ponen de acuerdo por lo que deciden jugar a un juego, el juego del escondite para resolverlo.
De forma que el último que fuese encontrado sería el que poblara a los humanos.
Quien se encargaba de buscar a los demás sería la Locura.
Ella empezó a contar y los demás se escondieron.
La verdad y la justicia se escondieron juntas en el agua.
La ternura y la ensoñación en nubes
La pasión en el volcán representando el corazón.
La pereza se escondió detrás del banco más cercano que vio.
La envidia quería ver los escondites de todos de forma que se subió a un árbol para verlos.
El amor indeciso decide tirarse a unos rosales con espinas.
La ignorancia no sabía a que estaban jugando.
La Locura va encontrando poco a poco a todos excepto al amor que seguía escondido en los rosales sangrando.
Cuando lo encuentra ve lo mal que estaba y lo nombra como su lazarillo.